Ahora he tenido algo frenado mi hobbie de bordado. Será por querer hacer muchas cosas y no decidirme, porque hay otras cosas que requieren de mayor prioridad; pero también es porque necesito hacer dobladillos en mis telas, y pues yo soy una papa para la máquina de coser.
No sé nada de ellas, de hecho ni tengo una, los dobladillos los hago a mano, y a veces no me gustan como quedan, por eso mismo hasta estoy pensando en comprar de esa cinta térmica para hacer dobladillos, a ver si funciona.
Tal vez en un futuro no muy lejano, ahorre y consiga una, de las sencillas, que no requiera tanto rollo ni mucho espacio, podría coser mis dobladillos y hacer lo que desde hace tiempo he querido aprender: patchwork.
Este tipo de labores me encantan, se pueden hacer tantas cosas y las posibilidades nunca se acaban; podría hacer la colcha soñada, con un montón de retacitos de tela en tonos morados y rosas, mantelitos, cojines, bolsas...
Así me ahorraría dinero, ya que tengo un montón de tela cuadrillé ya cortada, la que tendré que llevar a una costurera o a esos lugares donde te arreglan el dobladillo.
Mientras sueño con la colcha soñada, escribiré más de la tesis, la cual no me deja en paz.
El puf es maravilloso... Cómo me gustaría saber hacer uno!!!
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