¿Cómo se encuentran? Ojalá y tod@s estén bien, disfrutando esta última parte del año para cerrarlo de la mejor manera.
Si se han dado cuenta, no he escrito mucho aquí, estas semanas han sido de trabajo y reacomodos, pero sobre todo, de cerrar ciclos. Les cuento un poquito:
Al comenzar esta pequeña etapa de tres meses, me sentía aterrada, sentía que no podía dar el ancho y tenía mucho, pero muchísimo miedo, había jalado cadenas y fantasmas desde hace algunos años que con esto se hicieron más fuertes; sentía tantas cosas negativas y ninguna positiva, realmente creía que iba a fracasar; pero gracias al apoyo de mi chico, mi familia y de personas que con sus consejos y opiniones siempre me ayudaron logré sacar adelante el primer día, y el siguiente, y el siguiente...
Había días en los que me sentía muy bien, otros en los que salía enojada o frustrada, y otros en los que sólo daba las gracias por sobrevivir, esos fantasmas a veces crecían o se hacían pequeños, pero ahí estaban, y fue hace varias semanas, que sin darme cuenta, empezaron a borrarse.
Con el paso de las semanas, esas cosas que me molestaban comencé a ignorarlas, aprendí a mostrar fuerza y no debilidad, y me dí cuenta que la que tenía el mando era yo, y sobre todo, que no estaba en la misma situación de hace cuatro años; no había segundos haciendo sombra o merodeando como perros a mi alrededor, ni gente mal intencionada y doble cara esperando mi próximo error (y si lo hubo ¡ME VALIÓ MADRE! he dicho).
Aprendí que las cosas hay que planearlas muy bien, y si sale un imprevisto, la calma es primero, nadie puede hacerme menos ni tratarme como si fuera nadie...
Aprendí que no todos van a querer ayuda, pero eso no debe ser mi problema, uno decide lo que toma y aprende de otra persona, y si ellos no quisieron aprender está bien, será su decisión, pero en mí no quedará su mala preparación o sus tontos pretextos por no saber cosas tan simples.
Aprendí también que las miradas no matan, y los gestos groseros, lejos de ser hirientes, son patéticos, armas sin ningún filo de personas que intentan justificar su estupidez e ignorancia y piensan que harán algo en ti, cuando en realidad lo único que me causaron fue risa y pena.
Y lo más importante, me dí cuenta que sí pude, no hubo lágrimas, ni miedo, ni incertidumbre diaria, no sé si evolucioné o sólo cambié de forma de pensar, sólo sé que después de tanto tiempo, conseguí tranquilidad.
Logré soltarme de algunas cadenas, y por fin, esos fantasmas encontraron la paz, y con ellos, yo también. Y lo mejor de todo, es que esto lo puedo decir completamente segura y feliz, todavía hay algo de eso que sobrevivió, pero ya no me hace daño.
Así cierro un ciclo, dicen que la felicidad puede llegar cuando no te lo esperas, y así me pasó, esto lo pensé de repente y el darme cuenta de lo que he dejado ir, me hizo sonreír y respirar, respirar como tenía tiempo que no lo hacía. Ahora sólo queda terminar el trabajo y sobre todo, sentirme bien por lo que viví y aprendí.
Una forma breve de explicar lo que ha pasado por mi cabeza y he vivido en estos últimos meses, ya en estas semanas, algunas cosas se han acumulado y no he tenido cabeza para otra cosa, hay muchas cosas pendientes aquí, pero voy por partes, empezando con esta entrada, no sé pero necesitaba escribirlo.
Ya tomaré mi ritmo en el blog y también en visitas a sus sitios, muy pronto nos volveremos a leer :)
¡Cuídense!